Lean Startup, según su creador Eric Ries, es un enfoque o forma de abordar el lanzamiento de un nuevo negocio basado en el aprendizaje, la experimentación y la iteración constante con los clientes.
Este concepto aplicado a la realidad, permite a las empresas mejorar sus productos o servicios o bien crear nueva líneas de negocio a través de un ciclo de mejora constante que les permite de forma rápida y económica comprobar la validez de su modelo y las mejoras necesarias requeridas por los usuarios finales.
Todo comienza con la definición de hipótesis acerca del nuevo producto y a continuación se procede a probarlas con los usuarios a través de experimentos.
A continuación, mediante la información obtenida de dichos experimentos se refinan las hipótesis a través del aprendizaje conseguido para avanzar hacia el desarrollo de un producto de éxito.
Todo lo anterior se resume de forma sencilla en tres pasos: definir, probar y medir, analizar resultados y aprender, vuelta al primer paso.
El conocimiento de que métricas son las más importantes en cada fase del producto es lo que va a marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.